¡Hola a todos!
Bienvenidos al blog de diciembre, la última entrada de este 2024. A lo largo del año, hemos explorado el fascinante mundo del vidrio y qué se considera defecto y qué no. Un material que continúa redefiniendo los límites de la arquitectura moderna por su funcionalidad, estética y propiedades únicas. Para cerrar este ciclo de publicaciones, queremos hablar de un fenómeno óptico que, aunque puede pasar desapercibido, refleja la complejidad técnica de este material: las deflexiones.
Acompáñanos en esta última entrada del año mientras desentrañamos las causas de las deflexiones, su impacto visual y cómo gestionarlas en proyectos donde el vidrio juega un papel protagonista. ¡Comencemos!
El vidrio, además de su relevancia estructural y estética, puede manifestar ciertos efectos ópticos que influyen en cómo lo percibimos. Uno de estos fenómenos es el de las deflexiones, un efecto visual que puede sorprendernos al cambiar la perspectiva desde la que observamos el vidrio.
Las deflexiones son variaciones ópticas que se hacen evidentes cuando el vidrio es observado desde ángulos oblicuos, es decir, en direcciones distintas a la perpendicular. A menudo, este fenómeno genera la impresión de que el vidrio carece de planitud, lo que puede alarmar a quienes desconocen su origen. Sin embargo, este efecto desaparece cuando el vidrio se observa directamente de frente, revelando su verdadera superficie uniforme.